domingo, 5 de octubre de 2014

RUTHLESS OBSESSION

     A veces me gustaría poder detener el mundo un minuto, un sólo minuto para poder parar, descansar y volver a respirar profundo. Simplemente para poder volver a respirar.
     En realidad lo entiendo. Lo comprendo perfectamente. Esa obsesión profunda por no perder a alguien.
     Hace unos días estábamos, como siempre, mis amigas y yo hablando sobre ese gran tema. LA OBSESIÓN. Y escribí esta entrada, pero ayer cómo no la pude publicar por falta de tiempo, y ayer volvimos a hablar del tema, he decidido modificarla un poco.
     Yo no siento obsesión ahora mismo, pero sí que la he sentido en otros tiempos. 
Una obsesión por otra persona es una carga para quién la siente y para quien la recibe. Puedo entender a esa chica que llama a su amiga para hablar con ella, porque siente que la está perdiendo, porque cree que  se está distanciando y no puede hacer nada. La llama, gritando, le monta un escándalo, la desprecia, le pide perdón... La desesperación aumenta. A veces se puede sentir fuerte y pasar unas horas, o incluso un día ... pero después todo vuelve a empezar.      Sentir que no vas a volver a vivir esos momentos con alguien es desgarrador. Y te vuelves cruel, un tirano que sólo desea la total posesión del otro. Su sometimiento, su pena, su culpabilidad.... Todo.
    El miedo se convierte en ira, y la ira en odio... pero no es un odio real, un odio que se convierte a amor en un destello, y viceversa. 
     He conocido historias de mujeres que estaban tan obsesionadas por no perder a su amor que fingieron embarazos, o se quedaron embarazadas a posta, para retener a su pareja. De hombres que han fingido accidentes o intentos de suicidio para reclamar la atención de la otra persona.
     El objeto de la obsesión tampoco  sabe qué hacer. Se siente oprimido, ahogado, asfixiado... Su vida, por el motivo que sea, cambia y en vez de sentir comprensión por parte de esa persona, lo único que recibe es un sentimiento de rechazo, que la hace sentir como si todo lo que hiciera estuviera mal. Quiere poder ignorar todo, que todo se acabe... pero el peso del amor, la costumbre, la amistad es muy fuerte.
¿Qué hacer en estos casos? Libertad. Hay que darle libertad, si crees que vas a perder a alguien, porque ha conocido gente nueva, porque ha cambiado de trabajo, porque estudia en un sitio nuevo. Deja volar libre a esa persona, no le intentes retener. Si hay amor, amor de verdad. No se irá, siempre habrá un sitio importante para tí en su vida.
     Solo que a veces ese sitio, no es el que quieres tener.

No hay comentarios:

Publicar un comentario