lunes, 2 de febrero de 2015

ENTRE EL MORBO Y LO SINIESTRO

      Pocas veces me hacen peticiones, me siento como un DJ en una boda, al que le piden canciones lentas.
       Menos veces acepto hacerlas, porque pueden levantar ampollas.
      Y sólo esta vez he tenido que dejar de reflexionar, investigar y escribir la entrada a medias.
      Expongo: esta mañana muy temprano he recibido un mensaje que decía, palabras textuales: "me molaría mazo una entrada sobre... (los frenos de conocer a alguien y.. "como toda va de puta madre, no quiero que vaya así.... y freno!:" "Como me mola demasiado, haré que no lo haga... Que vuelva el dolor que tuve, porque aun te lo mereces"... o algo así.")
      A ver, entendí que mi hada de los bosques desea una entrada sobre el hecho de frenarse a uno mismo cuando conoces a alguien y te pones límites a volver a amar, haces un conjuro e invocas el dolor de tu ruptura, de tu abandono y te regocijas en el dolor porque crees que aún no mereces curarte, sino que mereces seguir sufriendo... y como a mi hada de los bosques no le puedo negar nada, pues empecé a investigar. Querida hada, cuidado con lo que deseas porque se puede cumplir, igual que cuando alguien pide un consejo, debe pensarlo mucho, porque al final, se lo darán...
     Sé que esta entrada va a causar ampollas, como he dicho, y puede parecer que encierra dobles sentidos y que va dirigida a alguna persona en concreto, puede parecer connotativa. Pero no es así, solo es la historia del hada, la mía y la de miles de personas en el mundo y dice lo que dice, nada más.
     Para hablar de este tema, hay que hablar del abandono.  El abandono no es sólo que tu pareja te deje. El abandono es mucho más. El abandono de una madre, de un amigo también son tremendamente dolorosos. Este fin de semana he pensado mucho en eso de "si alguien no te quiere, pues no te quiere". Y viendo la película de "BIRDMAN" recordé esa premisa de que hay mucha gente que pasa la vida "suplicando amor". Esto es el abandono. Pero el que abandona no es consciente de la espiral de sentimientos, reproches, daños, repercusiones y cicatrices que deja. El ser que resulta, el despojo de persona que queda detrás de esto, al que vamos a llamar abandonado, es un ente que pertenece a otro mundo, ya no lo hace a la dimensión de los vivos que continúan con su día a día como tal cosa. El abandonado ahora pertenece a la dimensión en la que el objeto de su amor, lo ama y sigue a su lado.
     Es un estado de imbecilidad absoluta. No ves, porque no quieres ver, no oyes, porque no quieres oír, ya no hay caricias, abrazos ni nada. Todo es vacío, y la peor sensación no es el odio, sino el vacío. Pues a esto llamo yo vacío, a esa falta. Aquí debemos ramificar el dolor en dos.
     El dolor que sientes cuando el ser amado desaparece, se convierte en un fantasma, se idealiza, se odia, se busca... Pero no está. Por lo que sea.
     Y el dolor del ser amado que está ahí, lo ves, día a día, se aprovecha de tu amor, se alimenta de él, se embadurna el cuerpo con la sangre que sale de tus ojos... pero no te quiere. Y da igual, porque tu sí y eso es lo que hay. Asúmelo.  Toda tu vida ha sido así, y así morirá. Porque no se puede obligar a alguien a que te ame. Y tú, solo puedes reducir todos tus deseos y ceñirte a sentarse a su lado y quererle, tararear cual John Lennon "i wanna hold your hand" y no quejarte. Porque es lo que es y hay lo que hay. Los traumas a capearlos como puedas.
       Después del abandono, de días, semanas, meses o incluso, en algún absurdo caso, años llorando, rogando al universo que esto acabe. Éste, es su infinita sabiduría, te envía fuerza, y ganas
... porque esto es lo más importante, las ganas. Y comienzas a sentirte mejor, y una cosa lleva a otra y de repente alguien se cruza en tu camino. Es diferente, es divertido, es todo lo que necesitas. Señores, somos humanos y animales, y seres vivos y todos, absolutamente todos queremos calor. Pero si esa persona es realmente especial nos metemos en el agujero, y caemos al abismo. Y todo lo que habíamos subido desde el fondo del precipicio en el que estábamos,¡ que mira que era profundo!, más de lo que creíamos que podríamos caer...todo eso nos da vértigo. Es como un ataque de pánico o una taquicardia; comienza a faltar el aire, comienza a parecer que nos van a volver a abandonar. Esta nueva persona, adquiere las características físicas y psicológicas de un monstruo, un payaso con colmillos y la pintura distorsionada y encierra en su cuerpo todos los males del mundo. Lo transformamos en la caja de Pandora de la mierda humana. El saco de las peores cualidades que nadie pensara...Como si su única misión en el mundo fuera destrozarnos el alma... Quizá en esto exagero, pero es que en ese momento se exagera así, inconscientemente. Todo está en nuestra mente. Y el pensamiento humano es más poderoso que nada en este mundo. Cuando somos niños deberían enseñarnos que todo es posible, que pensamos e imaginamos verdaderas maravillas y verdaderos cataclismos. Y si lo pensamos, se puede hacer.
     Y llega el siguiente paso, en el que te cierras para que esa persona no entre más, y te convences de que aún no estás listo, y de que es demasiado pronto y de que volverás a sufrir, y si vuelves a sufrir te destrozará, ya no eres capaz de sufrir más dolor...MIEDO... todo se reduce a esto.
     En este momento de reflexión tuve que parar. Yo, he aprendido a focalizar mi amor. Siento abandono; Sí, como todo el mundo y no puedo dejar de amar a quien me ha abandonado. Pero este amor lo sobrellevo como puedo. Aunque no es por esto por lo que he dejado de pensar en el tema de esta entrada. He tenido que hacerlo, porque señores, ¡me declaro culpable! Tras dos años condenada al ostracismo como el que más, intentando encontrar la forma de desaparecer, abandonada por otra persona, arrodillada, flagelandome, un día me levanté... Y como vi que me mantenía en pie, comencé a caminar, y cuando llevaba pocos pasos del nuevo camino, sucedió. ME VOLVÍ A ENAMORAR. Al principio me resistí, pero no pude, me dejé llevar.
     Querida hada de los bosques, he intentado ponerme en tu piel, y por un tiempo lo estuve, pero ya no, así que solo puedo decirte llora hasta que no puedas más y debas beber agua por toneladas para no deshidratarte, grita, patalea, escupe todo lo que sientes... pero por favor... levanta, respira, camina y enamorate... Que más da!, lo quisiste y todos los que digan que si has sido capaz de amar otra vez es que no lo querías lo suficiente, mienten. Y si te vuelves a caer, siempre estará John Lenon para cogerte de la mano y gritar que el sol ha llega de nuevo.