miércoles, 30 de diciembre de 2020

TE SEGUIRÉ HASTA EL FINAL

      No tengo ni puta idea de qué es lo que quiero. Tengo una adicción, lo reconozco. No esnifo ni me pincho nada. Pero tengo una necesidad constante de tenerte a mi lado, tocarte y acariciarte con ansia. De que me digas todas esas cosas odiosas que si escuchara de cualquier otro me daría asco.

    Pero tú no lo entiendes, solo quieres que sea algo, una brizna de hierba flotando en la brisa cuando en realidad soy campos enteros empapados de rocío. No puedo hacerme pequeña por ti. No puedo encogerme y retener mis ansias de devorarte la boca y rogarte que me hables, que me digas, que me llenes de todo eso que necesito.

    Completamente secas tengo las entrañas desde que no entras. Entra sin pedir permiso, que tú ya lo tienes implícito cuando digo tu nombre y los jadeos silencian todo lo demás. 

     Pero tú no quieres. 

     Y yo me siento debajo de este roble a esperar que con caricias y con besos, con amor y abrazos caigan nueces... Tanto espero de ti. 

     Pero tú no estás, tú preferiste otra sombra que te cobije del sol y la lluvia sin saber que ese sol y esa lluvia también soy yo, no puedes evitarlo. Siempre seré yo la que te moje y te haga retorcerte de placer y morir en cada orgasmo.

     Todo o nada. No funciona de la misma manera con los demás. 

     Te deshinchas y el vacío que dejas lo trato de llenar con mentiras y con promesas otra vez. Quieres una sola hoja de mis ramas y yo soy inmensa en la espesura... 

    Pero como buena adicta seguiré esperando mi dosis de dolor para después regodearme en el inmenso placer que dejas al marcharte.

sábado, 26 de diciembre de 2020

HAY DÍAS QUE SÍ Y DÍAS QUE NO

      Anoche estaba viendo un programa de esos típicos de Navidad en los que hacen un recopilatorio de canciones, no era "Cachitos" era uno de los normalitos que te pones cuando no hay nada que ver pero tampoco tienes sueño. Y sonó una canción que hace unos cinco años que no escuchaba. ¿Creéis en el destino? Yo sí, y es que es realmente sorprendente cómo de la noche a la mañana todo te lleva a pensar en lo mismo, las canciones, las películas, los contratos que se acaban... Empiezan a suceder una serie de "casualidades" que te empujan a lo inevitable... no voy a reproducir toda la canción, pero sí algunos versos, esos indispensables:

...Siento, como nunca he sentido

    el vibrar de las cuerdas

    de este sol sostenido.

    Siento, como siente un buen vino

    los años.

    Ya que hablamos del tiempo

   cuánto más hace falta

   para no verte en mi cama

   abrazarte la almohada...

   ... No diré: "ya encontraré alguien como tu"

    porque quiero un aguacero

    de caricias y te quiero...

    ...Cierto que vi tu cara

    en los hijos que no tengo...

    ...No diré": ya encontraré alguien como tu"

    porque quiero que me besen

    que me abracen siempre fuerte...

      ... Y es que hoy ha sido uno de esos días en los que simplemente te vas. A pasear por Madrid. Tengo un paseo perenne: bajo por Bravo Murillo, desde la altura de Donoso Cortés hacia Quevedo y ahí enfilo Fuencarral pasando por Bilbao, Tribunal hasta Gran Vía, giro a la derecha y paso por Callao hasta Plaza de España, bajo la cuesta de San Vicente hasta Príncipe Pio... y de ahí a casa. 

     Es algo que llevo haciendo desde que tengo memoria. Es mi paseo, y no tiene porque ser un día especial o pasar algo...simplemente que me apetece. Eso sí, siempre tiene el mismo efecto calmante, como escuchar a Manolo García o tomarme una Capuccino.

    He recorrido ese camino con mucha gente a lo largo de estos años, amigos, familia, parejas, incluso una vez, hace poco con dos Ewoks. Y pocas veces sola.

   ...Y es que hoy ha sido uno de esos días en los que simplemente te vas, a pasear, por tu camino y de repente te acuerdas de las personas con las que no lo has hecho. Qué curioso, no recuerdo exactamente con todas las que lo he recorrido . Pero no se me quita de la cabeza con quien no.


viernes, 18 de diciembre de 2020

YO PREFIERO AL DEMIURGO

 Hoy tengo el alma metafórica, hoy sí me apetece contar la conversación que tuve el otro día con mi hermano. Pongo en situación:

     Llevo un tiempo pensando que el ser humano es malo por naturaleza, no sé, biología, genética... pero al nacer lo tenemos. La pelea, el afán de lucha, las guerras, el querer hacer daño a los demás... y ya no voy a hablar de los que disfrutan haciendo daño, los que sienten placer...aunque claro, esos a lo mejor son psicópatas... 

     Mi pregunta, a mi hermano, era la siguiente. ¿El hombre creó a Dios, la idea de Dios, por intentar controlar esa maldad, haciendo creer que todo el que haga daño recibe un castigo? ¿O por el contrario era una estratagema para que "el/los" más poderosos mantuvieran su estatus sin que los demás se plantearan el porqué?

    El don, la habilidad del ser humano es la mente, pensar. No somos el animal más fuerte, ni el más veloz... pero somos "los más listos" o eso nos creemos. Y la manera de llegar a la cima de la pirámide, de todas las pirámides, es con la inteligencia. No tiene más poder el tío más cachas, ni el más guapo, tienen, pero el máximo, ese lo tiene el más listo. Y ese "más listo" que modificó la idea de deidad desde "la explicación para todo fenómeno natural y vital" que no la tenía hasta el momento, hasta convertir a dios en un ente castigador y todopoderoso, único, motor inmóvil y toda la demás vaina. 

  ¿Necesitamos saber que nos van a castigar si  somos malos? Supongo que esto le sirves a muchos para portarse bien, pero ¿qué pasa con los que les gusta que les castiguen?. ¿Y con los que no se creen?  Qué agotamiento de dios que solo te castiga cuando ya has hecho todo lo malo, y en otra vida que ni sabemos lo que vamos a querer hacer en ella... no. A eso, querido dios, yo lo llamo procrastinar tu tarea de castigador...

     Personalmente estoy cansada de tanta serie, tanto cine sobre este tipo de gente... Con lo bonita que es "Qué bello es vivir" coño!

jueves, 17 de diciembre de 2020

MUÉVETE, MUÉVETE

       Ayer vi anunciada una serie nueva "El desorden que dejas". Pensé que era un título genial, pero que es una frase demoledora para que te la digan en tu vida cotidiana, o no? A mí me encantaría  desordenarle la vida a alguien, es mucho más divertido que ordenarla. Pero sin causar daños demasiado permanentes, claro. 

    Hace mucho tiempo, en una clase de Yoga me dijo el profesor que estaba bien perder el equilibrio de vez en cuando. Bueno, una cosa era perder el equilibrio y otra muy distinta no ser capaz ni de mantenerte 5 segundo sobre un sólo pie. Pero nulidades motrices a parte se debe uno desestabilizar de vez en cuando para volver a encontrar su centro, y es que no todos los días o semanas es el mismo. Va cambiando y cuando tienes peques en casa más aún.

    Hay muchos motivos por los que dejar que esto pase y muchos más para hacerlo tú. Estamos demasiado aferrados a nuestra zona de confort y hay que practicar más el desapego. Qué irónico me parece todo esto, yo que tenía una opinión completamente diferente respecto al tema... pero nos hacemos mayores y aprendemos a dejar de pensar tanto las cosas.

    El problema que hay en pensarlas demasiado son los cambios de opinión, hoy estoy segurísima de algo y mañana dudo de eso y hasta de mi talla de sujetador, es demasiado estresante, es mucho más sencillo no dar nada por sentado y asumir que lo que está bien hoy, puede que mañana nos sobre. Los sentimientos son volubles y no puedes hacer categórico algo que se puede modificar. Aunque hay sentimientos que no cambian fácilmente, tienen que pasar 100 años y los tienes que machacar mucho para romperlos, pero al final se rompen ... Esto lo aprendí en Macondo. Al final siempre queremos volver allí donde hemos sido felices.

   En realidad es mucho más sencillo de lo que nos imaginamos, a los que nos gustan lo abrazos calentitos de koala, el desorden que haya alrededor no nos resulta tan molesto, y mientras estás bien agarrado ahí como una lapa, sin soltar del todo  una mano, con la otra vas colocando. Y si el árbol que nos da el calor se mueve pues o nos movemos con él o nos vamos a otro.

     Dicen que la vida hay que vivirla, dejarse llevar y ver qué pasa con el tiempo y no dejar de avanzar nunca·

 

lunes, 14 de diciembre de 2020

GET USED BY YOU

  Ya lo dijo Annie Lennox:

Sweet dreams are made of this
Who am I to disagree?
Travel the world and the seven seas
Everybody's looking for something
Some of them want to use you
Some of them want to get used by you
Some of them want to abuse you
Some of them want to be like you

     Ayer tuve una conversación con un amigo (también tuve una con mi hermano sobre religión pero hoy no tengo el petete metafísico y esa no la voy a contar), y es que mi amigo  me dijo que en todas las relaciones uno saca más beneficio que el otro, todas las relaciones humanas son  así. A veces nos confundimos y continuamos con una cuando ya se supone que hemos sacado todo el jugo. ¿Por qué? Pues supongo que nos negamos a reconocer que somos así de interesados, o que confundimos sentimientos, eso es muy habitual. Pero es que es nuestra naturaleza. 

     Por ejemplo, tuve una relación de amistad, hace muchos años, en la que yo era plenamente "inconsciente-consciente" de que mi amigo estaba enamorado de mí. Y me aprovechaba, hacíamos todos los planes que yo quería, lo usaba de paño de lágrimas etc... pero no pensaba en ello, no le daba mucha importancia porque yo también le quería pero de manera completamente distinta.

     En los días en los que me siento más pesimista recurro a mi amiga P que es bipolar y, o está más deprimida que yo y termino pensando "pues yo no estoy tan mal" o tiene el subidón de endorfinas y todo es de color de rosa y digo "pues sí, tiene razón" en cualquier caso, me anima. Por supuesto que no la quiero solo por y para eso, pero es fundamental para mí.

    He atravesado una racha en la que me había dejado· completamente, de esas rachas abandono personal, (no de higiene) pero si de cuidados tanto físico, estético como amoroso, no me arreglaba, no hacía ejercicio, no me decía cosas bonitas, no me quería y encima me estaba exigiendo ser tres veces más proactiva y productiva de lo que estaba siendo y para más inri me cabreaba por no tener ganas de ponerme guapa para ir a por pañales... en fin... esas cosas raras que hacemos las personas locas...

      Ahora  mismo no sé si lo que me ha pasado ha sido una consecuencia de una conversación con esa amiga P que he mencionado antes, o no ha tenido nada que ver. Pero hablando hace unas semanas con ella me pegó la bronca para que parase un poco y me diera cuenta de lo que estaba haciendo. "Te tienes que querer más y ver las cosas buenas que tienes y que haces, no seas tan exigente"... lo pensé, lo analicé y decidí que estaba de acuerdo y que lo haría... pero ahí se quedó la cosa a la espera de averiguar cómo llevarlo a cabo y yo seguí con el chándal permanente hasta que hace una semana descubrí como hacerlo. Yo soy bastante lerda para coger indirectas o ver señales, por lo que el universo ha tenido que mostrármelo de forma evidente, súper evidente y con una señal grande, muy muy grande!!!!.

      La vida es sabia y te da lo que necesitas para seguir aprendiendo, no lo quieres.      Ya lo dijo Annie


      

sábado, 12 de diciembre de 2020

HABERTE O A VER TE

     Qué importantes son las palabras, con las palabras se forma el lenguaje y éste es el pilar de la comunicación. A veces no sirve eso de "vale más un gesto, un acto, una mirada... que mil palabras" No vamos a entrar en lo importantísimo que es el "cómo" se dicen esas palabras, el tono, la intención... hoy no, por lo menos. 

     Yo creo que las palabras son poderosas y hacen el mismo o más daño que un acto, pero también causan el mismo placer que un beso, una caricia...

      Las palabras bien dichas y bien escritas, eso está claro. 

      Y es que este es un tema que me crispa mucho, porque no es lo mismo tener un "haya" en tu jardín, que "hallar "la respuesta a un examen, que ir a ver a tu "aya".... Con lo que me costó a mí aprendérmelo en el cole, como para que ahora, en el móvil y las redes sociales, podamos escribir de cualquier manera...Y no sólo es el problema ortográfico.   Este es solo un ejemplo, no cuidamos nada el lenguaje, yo la primera, y me da rabia...

     No es lo mismo ir "a verte" que HABERTE echado de de menos... aunque ambas llevan a lo mismo... a ti...y ahí es donde nuestro lenguaje es tan poderoso, si no puedes mirar a alguien a los ojos mientras hablas, si ya ni podemos abrazarnos, ni tocarnos, ni besarnos... hay que hacerlo de otra manera. Qué bonito sería aprender a hacerlo con palabras. Con ellas decimos sin decir y hacemos sin hacer... insinuamos, sugerimos, podemos leer entre líneas... Cuántos "te quiero" se dirán detrás de los "te odio" y cuantos "te deseo" se esconden detrás de un silencio... 

     He pasado más miedo con un libro de terror, me he reído más con uno de humor, me he enamorado más con uno romántico y, por supuesto, me he excitado más, muchísimo más con un libro erótico que con una película. 

   Qué importantes son las palabras, da igual escribirlas que pronunciarlas, hay que sentirlas.


viernes, 11 de diciembre de 2020

DEBERÍA LEER MEJORES LIBROS

      Esta tarde he tenido un par de horas libres y he elegido irme a una cafetería del pueblo a disfrutar de un trozo de tarta un café bien caliente, en estos días de diciembre se agradece.

     Estaba haciendo buena cuenta de mi carrot cake y mi capuccino, empezando la página 175 del libro que llevo dos meses para terminar, yo que me leía los libros en una noche... (es lo que tiene tener niños) cuando una señora que estaba en la mesa de al lado me dió un par de golpecitos en el hombro.

    La señora era clavadita, pero clavadita a la protagonista de la serie esa de la escritora que ayudaba a resolver crímenes, aunque también me recordaba a la abuela de Downton Abbey, o sea, una mujer elegante, esbelta, de las que llevan los años con mucho estilo y dignidad.

   Pues bien, me giro con un par de sobrecitos de azúcar preparados para dárselos pensando que era lo que me iba a pedir cuando de sopetón me suelta:

 -Ese libro que estás leyendo, querida, es una soberana estupidez. Y además es mentira. Te puedo asegurar que cuando un hombre quiere iniciar a una mujer en el mundo del descubrimiento sexual no lo hace de esa manera.

     Yo ya sabía que el libro que estaba leyendo era simplemente lectura de pasar el rato, que era una cenicienta moderna con trazas sexuales. Quiere mostrar prácticas sexuales como el sadomasoquismo y se queda en el umbral de un martes por la tarde tonto para el Marqués de Sade. Pero cuál no sería mi cara de estupefacción ante el comentario de la señora que se echó a reír.

-¿Perdone?- es lo más que acerté a decir. Ante mi reacción la señora separó un poco la silla que había libre en su mesa y me hizo el gesto para que me sentase allí.

- Ven querida, siéntate aquí en frente, estaremos más cómodas, te voy a contar qué hace realmente un hombre cuando quiere iniciar a una mujer en las prácticas sexuales que a él le gustan.

     Casi tiro la silla al levantarme del impulso que cogí, parecía un resorte, cogí mis cosas y me acomodé lo más rápido que pude donde me indicaba con la mano. He de decir que me tenía completamente hipnotizada, además el libro realmente era rollo y si no me hubiera interrumpido ella habría dejado de leer igualmente. 

     - Yo nací en 1945, un buen año para nacer. Conocí a varios hombres a lo largo de mi juventud pero por unos motivos u otros ninguno cuajó como marido. Cuando tenía 25 años y ya iba camino de ser la solterona que soy lo conocí a él. Fue muy típico, en una fiesta, un amigo de un amigo... eso sería lo único que puedo llamar "típico" de toda mi historia con él. Era 1970, por lo que mi adolescencia la había vivido en los fabulosos años 60, eso me había enseñado que los hombres tienen una cosa en mente siempre, desde la primera cita te los tienes que quitar de encima con espátula, o no, que es más divertido.

     Pero él no era así. Durante los primeros dos meses me llevó a cenar, a bailar, a pasear, al cine... nos besábamos y acariciábamos, pero no pasaba la cosa de ahí. Yo no sabía qué pensar, le daba vueltas a la cabeza sobre si no le gustaba, si tenía algún problema... las locuras que llegué a pensar... quizá simplemente me respetaba y me quería conocer mejor, eso es lo que me decía él. Para entonces yo ya estaba completamente ciega de amor por él. Me gustaba todo, incluso lo que no me gustaba. Y esto solo lo puede entender alguien que lo ha vivido. Nos habíamos conocido en noviembre y en diciembre pasó las fiestas con mi familia, parecía algo muy serio, entonces, en el mes de enero sucedió. Una noche mientras nos besabamos en el sofá de su casa comenzó a acariciarme muy despacio debajo de la ropa, las caricias fueron a más y así, solo con su mano me llevó al cielo. Nuestros encuentros fueron cada vez más frecuentes y en cada uno de ellos hacíamos algo diferente. No sé por qué digo hacíamos cuando era él quien hacía algo distinto. Yo solo me dejaba llevar. 

    Para primavera ya tenía la experiencia de cualquier mujer de mi edad, pero quería más, quería sentir esa pasión cada vez más intensa cada día, comenzó a tocarme indiscretamente en lugares públicos, nunca nos vio nadie, y no sé cómo pudo ser así, porque había veces que era muy descarado. Solo tenía que acercarse a mí por detrás y decirme -"Ven"- muy despacio, pronunciando las tres letras cada una con su tempo... y yo ya estaba perdida, ya podía hacer conmigo lo que quisiera que me entregaba a él en completa sumisión...

    Me encantaba que me exhibiera, ir a locales de dudosa reputación y me tratara como si fuera algo de su propiedad, algo que tocar y besar delante de todo el mundo para que ese "todo el mundo" me deseara y quisiera hacerme lo mismo... y así se lo dejé ver. "Haz conmigo lo que quieras" y siempre, lo que quería, a mí me terminaba encantando...

    Cada encuentro era excitante, húmedo, cálido... y yo quería saber más, hacer más...    Pero un día desapareció, se fue sin más. Lo busqué pero fue en vano. Nunca pude volver a estar con alguien que provocara en mí ese deseo, ni me hiciera sentir tan bien, ni tan cómoda, ni tan sensual como él. Pasado el tiempo dejé de buscarle en otros hombres y me resigné. Pero créeme querida que todo lo que me hizo nunca llegará a hacer sombra a todo lo que provocó que yo deseara que me hiciera... "

     Estuvimos hablando muchísimo tiempo, lo que empezaron por dos horas se convirtieron en meses y años de amistad en las que me contó con pelos y señales cómo aquel hombre le mostró la falta de  límites que tiene el deseo, el dolor y el placer de maneras que yo no había podido ni imaginar... y sentí envidia. No sé si le amaba por todo lo que aprendió con él o por él mismo, pero eso da igual. Porque ese hombre existió y creo que siempre le estará estará esperando.

NO MOLESTAR

      Érase una vez una niña pequeña a la enseñaron a no molestar: -no levantes la voz, no discutas, obedece siempre, no opines, no incordies, no agobies, no exijas, no molestes.-

    La niña ya de mayor conoció a un hombre que tenía todo lo que a ella le gustaba del mundo, se enamoró de él y nunca se lo dijo, por no molestar.