lunes, 21 de diciembre de 2015

A LAS TRINCHERAS!!!

     Esta semana las voces que me hablan han sido especialmente insistentes con el concepto "luchar por amor" y yo, que he de confesar, que no tengo ni puta idea en qué consiste eso, las miraba como mira un niño un Koala del zoo tras el cristal, esperando... No que me confesarÁn el secreto eterno de la felicidad, pero coño, ya que estás hablando de la lucha, pues dime en qué consiste... Porque yo ya me veía vestida totalmente de Coronel Tapioca (y mira que me queda mal el color caqui...) con una pistola de agua o de bolas de pintura, sola, en pleno Madrid a verlas venir.
     Porque ¿en qué cojones consiste eso de luchar por amor?... Por favor(y la petición es en serio) ¿alguien me lo puede explicar como si fuera imbécil? Yo, en mi infinita ignorancia he estado sondeando al consejo de sabios, como siempre, y sólo os puedo transmitir sus teorías, lo más fielmente que me permiten las botellas de vino que consumimos durante el aquelarre... 
     Lo primero, y esto es cosa mía, hay que despejar de su ambigüedad semántica e incluso pragmática esto de "luchar por amor" porque hay muchas formas de hacerlo: un hijo que no se rinde ante la enfermedad de su padre y lucha, lucha, lucha contra él mismo para que viva; luchar por un amigo para que salga de una adicción, a veces hasta casi la extenuación, luchar por devolver la sonrisa a alguien que ha perdido las ganas de vivir... Pero todas estas clases de lucha las tengo clarísimas... No, no nos referimos a esas.
     Luchar por amor, cuando el otro no te quiere, o ha dejado de hacerlo. Así de duro, así de crudo, así de rápido. Los sabios creen que luchar por amor es dar lo mejor de ti, enseñarle que sigues ahí, sin agobios, ni obligaciones,sin llamar millones de veces a ver qué tal, sin reproches, sin mandar cancioncitas moñas, sin escribirle poesías por ver si se le ablanda el corazón que harías cualquier cosa por ese amor.
     El hada de los bosques fue más plástica aun, aseveró que luchar por amor es presentarse delante de ese corazón hambriento, espetarle todos los sentimientos que el tuyo propio (pobre) alberga y decirle que estarás ahí el resto de tu vida.
     Sigo igual de confusa que antes de todas las explicaciones que me dieron. Por lucha, entiendo que alguien se enfrenta a los enemigos, muerde, araña, mata si es necesario por defender y proteger lo que cree que merece la pena... pero según me explicaban, luchar por amor es estarse quieto esperando que la otra persona se conforme con lo que tu ofreces...es esperar por amor, en realidad.
     Eso es impensable, quizá luchar por amor es saber que el otro corazón no debe conformarse, ni el tuyo tampoco. Quizá es una lucha interna contra ti mismo, para que ese amor evolucione a otro, que dure toda la vida y haga posible que esa persona se mantenga en ella. O no, quizá simplemente es una lucha silenciosa, como la guerra fría, es una lucha contigo mimos igual pero que consiste en no volver a decir en voz alta, ni una vez, nada para seguir haciendo feliz al corazón que tienes enfrente, ¿de eso se trata el amor?
      No tengo ni idea, sea como fuere, todo lo que conlleva lucha, conlleva sangre, gritos, muerte y destrucción... ninguna guerra es buena, pero a cuantos no nos habría gustado vestirnos como Rambo, embadurnarnos la cara de barro y salir corriendo, gritando como desquiciados... oye, y si encima es por amor... la excusa es bonita!!!
      Yo seguiré esperando que alguien más sabio, más viejo y más listo que yo, me lo sepa explicar.

jueves, 17 de diciembre de 2015

UNDER MY SKIN

      Cuando llegó no sabía muy bien qué iba a hacer, sólo quería verla, pero eso era algo que no podía reconocerse ni así misma. En ese momento, tan descentrado de su vida fue muy fácil convencerla para que además de repasar el viejo tatuaje, se hiciera uno  nuevo. Pero en realidad no fue nada al azar, sabía perfectamente qué quería hacerse.
- ¿Por qué esa letra?.

- Es  la inicial de su nombre.

- Y también del mio. Es curioso y divertido tatuar la inicial de tu propio nombre, aunque no sea por mí por quien te lo tatúo.

- Lo se.

- ¿El "qué" sabes exactamente?

- Que también es tu inicial.

- ¿Y por qué quieres llevarla, porque te tatúas en la piel lo que llevas tatuado en el alma?

- No lo hago yo, lo estás haciendo tu.

- No seas condescendiente, ya sabes a qué me refiero.

- Ya, pero no quieres escuchar la respuesta. Mejor dejemoslo así.

- No, cuéntamelo. Lo podré soportar, y si no pudiera, te lo digo y paras.

- De acuerdo. Pues tu lo has querido...(el susurro era de resignación, no de reproche) Me tatúo su nombre porque necesito sangrarlo, necesito que me duela físicamente tanto como duele por dentro, grabarlo a fuego por fuera como por dentro, que se haga costra, que se caiga, que cicatrice... poder verlo el resto de mi vida, no solo sentirlo... Dejar de creer que estoy loca, que todo fue una mentira y que nunca existió, que lo exageré. Sangrar, sufrir por algo real. A veces pienso que no luché todo lo que debía, que me rendí pronto, que pude hacer más...Si pudiera, si tan solo pudiera demostrarle que sigo aquí. Ahora llevaré el resto de mi vida, en mi piel su...

- Vale. Para... ya lo he entendido. Esta es una buena manera de demostrárselo, ¿no crees?... Pero va a dar igual. Le va a dar igual...

- Lo se, no creo que dedique ni un segundo a pensar en lo que puede significar este tatuaje... ahora solo tiene tiempo y espacio en su mente para pensar en ese otro ser infame que camina a su lado... Creo que nunca lo entenderé, nunca lo podré comprender... si nunca creyó en un "para siempre..."

- A veces pasa, simplemente un día "lo sabes"

- ¿El qué exactamente?

- Lo que nunca llegó a saber seguro contigo...


    Caminando hacia casa recibió un mensaje en su móvil: Llevas dos letras,dos nombres, en tu piel..."Busca, busca bien... y la encontraras!"  

(gracias a "500 days of summer" por la pequeña inspiración para mi 500 "days of winter")

lunes, 14 de diciembre de 2015

REENCUENTRO

     Señores, ha vuelto a suceder. Sí, sé que la consternación va a ser general, pero a pesar de los pesares, y sabiendo que nadie entiende el por qué... He vuelto a perder el calcetín. (Minuto para reacción)
     ¿El mismo?. No, por supuesto que no, es otro distinto, perder el mismo calcetín, dos o incluso tres veces es de imbéciles y yo, al fin y al cabo, no paso de torpe; bueno, quizá una vez perdí el mismo dos veces.
     Estaba desolada, las sombras del averno cayeron sobre mí y esta vez fue peor... porque había intentado por todos los medios no volver a perder mi calcetín... Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Bueno quizá este refrán no es el más acertado, pero no soy mi hermano que es un excelente experto  en refranero español. Yo me conformo con que se entienda lo que quiero decir y quizá por el afán de conservarlo, era mi favorito de todos los calcetines en el mundo mundial forever and ever...pues tanto empeño puse que por eso lo perdí?...
     El caso es que lo rebusqué hasta moviendo la lavadora, el armario, la basura... pero me dí cuenta que eso es exactamente lo que no debía hacer. Dejé de buscar y desde ese momento no he hecho nada de nada en absoluto, he pensado en mi calcetín, tan bonito, tan solito allí donde esté... le he echado de menos, claro!!!... Me he comprado algún par nuevo, porque no puedo estar sin calcetines que se me quedan los pies fríos...
    Que no me canso de decirlo señores, que perder es perder, que el dolor es el dolor, que cada uno tiene el suyo y es el más fuerte y las comparaciones son odiosas... y hay gente que abandona y tira sus calcetines sin pestañear, que estoy cansada de escuchar que el sufrimiento más grande... que el dolor más profundo.... que claro, que una persona que pierde un calcetín no sufre como quien pierde unos pantis, unas medias o incluso unos legins... Pues insisto, perder es perder. Y hay personas que abandonan esos legins, o no los compran porque no les gustan... que hay quien sufre más por un calcetín que por un pantalón... que el dolor es el dolor y a pesar de que un hada del bosque (bueno, en realidad es la misma de siempre, para que voy a disimular) diga que somos adictos al dolor -... yo ya me imagino dentro de unos años tirada en un portal con la jeringuilla enganchada a la vena, semidesmallada, heroinizada de dolor hasta el paraiso....- Pues a pesar de eso, quiero disfrutar, con esas pequeñas dosis de dolor (pero pocas) y con grandes avalanchas de placer.
     En estas reflexiones estaba cuando esta mañana recogiendo la ropa limpia de la secadora, sacando la funda del edredón nórdico y comenzando el periplo de intentar doblarla, tarea harto difícil por no decir imposible para una persona sola si no eres equilibrista del circo del sol... lo he notado, lo he sentido... cada poro de mi piel se ha estremecido... era el calcetín, enredado en la funda, por dentro, oculto... ha vuelto a mi!!!!!! Mi querido calcetín, el mismo...

miércoles, 2 de diciembre de 2015

DESEOS (NO) NAVIDEÑOS

    Me encantan las Navidades, es una debilidad, lo he de reconocer... Todos los años pongo la casa como el desván de trastos viejos de Cortilandia (no tengo tanto estilo como para que sea Cortilandia en sí, simplemente son miles de millones de adornos colocados de aquella manera por toda mi casa) Además desde hace un par de años había creado una tradición de pasar la tarde con una muy buena amiga adornando y bebiendo vino (o lo que haya en ese momento disponible) con villancicos ruinosos y deprimentes cantados por niños esquizofrénicos, hasta que nos explotaban las luces del árbol que habíamos puesto en modo psicodélico...  Las del año pasado fueron especialmente buenas, divertidas, emotivas... 
   En fin. Este año renuncio oficialmente a toda esa mierda tan bien envuelta y empaquetada de colores que nos dice lo felices que somos y nos recuerda que debemos demostrar y pagar lo mucho que queremos a nuestros compañeros de viaje, familiares, padres, amigos...
      Creo que todos los que estáis en mi vida ya sabéis eso, creo, además, que lo demuestro (a veces) en demasía hasta ser moñas... con lo cual, quiero hacer un llamamiento,un ruego e imposición este año. 
     "NO QUIERO NAVIDAD" No voy a adornar la casa, no voy a celebrar nada, no voy a ver "Que bello es vivir" como hacía cada año acompañada, no voy escuchar villancicos ( dejaré de comprar en Mercadona durante un mes y me pondré la música del móvil con los cascos hasta reventarme los tímpanos, mientras compro la comida en una gasolinera a las 3 de la madrugada con el dependiente viendo los programas guarros de la tele, y sin hilo musical..., porque vaya tela). Este año no voy a tirarme el mes pre-Nochebuena buscando la marca de paté y caviar especiales que  le gusta. No voy a planear noches y tardes untando canapés mientras escuchaba - "joer, deja alguno coño..." No voy a buscar las chuletas específicas perfectas, pequeñas, con la grasa suficiente para que le dé regustillo, pero que no sean todo panceta ni todo hueso... ni escucharé el discurso del rey, ni veré las uvas en la 1 porque en las otras cadenas solo salen ...(bueno, eso no lo digo, porque era una grosería que te cagas, pero con la que yo siempre me reía).
     Pero tranquilos, no soy el señor Scrooge, no voy a montar un numerito de gritos e insultos (con lo bien que me sentaría...una pena), no voy a robar regalos como el Grinch (todavía no), no me voy a cortar las venas con el papel de plata de la tableta de turrón Suchar (Sí, voy a comer turrón de chocolate porque lo bueno de hacerte cada vez (más) mayor es que puedes elegir a qué renunciar y a qué "no" siendo hipócrita y te la trae rotundamente al pairo) y porque una cosa no quita la otra, estoy triste, pero no soy gilipollas.
     Me comportaré como una perfecta niña bien educada en los acontecimientos a los que sea invitada (que después de esto, creo que serán pocos o ninguno, por bocachancla), sonreiré e intentaré pasarlo lo mejor posible. ¡¡¡Palabrita del niño Jesus!!! Pero, pido y espero, que el universo entero entienda, que no hay felicitación que pueda salir este año de mí. Volverán las Navidades, Cortilandia, los buenos deseos, los regalos, los villancicos, el espumillón, las bolas, las campanadas, las burbujas de Freixenet, los tangas rojos... como volverán los besos, los abrazos, las sonrisas, las golondrinas, la primavera, mi amor, el calor, la risa... y todas esas cosas que vuelven cada año... Pero este, me regalo, me concedo y me permito decir que NO. Decir que hay demasiadas sillas vacías en mi mesa es un eufemismo, pero la puta verdad.
    ¡¡¡ Lo bueno, es que me voy a poner al día en lectura atrasada y pelis que estaba deseando ver...y lo poco que voy a engordar!!!!