lunes, 14 de diciembre de 2015

REENCUENTRO

     Señores, ha vuelto a suceder. Sí, sé que la consternación va a ser general, pero a pesar de los pesares, y sabiendo que nadie entiende el por qué... He vuelto a perder el calcetín. (Minuto para reacción)
     ¿El mismo?. No, por supuesto que no, es otro distinto, perder el mismo calcetín, dos o incluso tres veces es de imbéciles y yo, al fin y al cabo, no paso de torpe; bueno, quizá una vez perdí el mismo dos veces.
     Estaba desolada, las sombras del averno cayeron sobre mí y esta vez fue peor... porque había intentado por todos los medios no volver a perder mi calcetín... Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Bueno quizá este refrán no es el más acertado, pero no soy mi hermano que es un excelente experto  en refranero español. Yo me conformo con que se entienda lo que quiero decir y quizá por el afán de conservarlo, era mi favorito de todos los calcetines en el mundo mundial forever and ever...pues tanto empeño puse que por eso lo perdí?...
     El caso es que lo rebusqué hasta moviendo la lavadora, el armario, la basura... pero me dí cuenta que eso es exactamente lo que no debía hacer. Dejé de buscar y desde ese momento no he hecho nada de nada en absoluto, he pensado en mi calcetín, tan bonito, tan solito allí donde esté... le he echado de menos, claro!!!... Me he comprado algún par nuevo, porque no puedo estar sin calcetines que se me quedan los pies fríos...
    Que no me canso de decirlo señores, que perder es perder, que el dolor es el dolor, que cada uno tiene el suyo y es el más fuerte y las comparaciones son odiosas... y hay gente que abandona y tira sus calcetines sin pestañear, que estoy cansada de escuchar que el sufrimiento más grande... que el dolor más profundo.... que claro, que una persona que pierde un calcetín no sufre como quien pierde unos pantis, unas medias o incluso unos legins... Pues insisto, perder es perder. Y hay personas que abandonan esos legins, o no los compran porque no les gustan... que hay quien sufre más por un calcetín que por un pantalón... que el dolor es el dolor y a pesar de que un hada del bosque (bueno, en realidad es la misma de siempre, para que voy a disimular) diga que somos adictos al dolor -... yo ya me imagino dentro de unos años tirada en un portal con la jeringuilla enganchada a la vena, semidesmallada, heroinizada de dolor hasta el paraiso....- Pues a pesar de eso, quiero disfrutar, con esas pequeñas dosis de dolor (pero pocas) y con grandes avalanchas de placer.
     En estas reflexiones estaba cuando esta mañana recogiendo la ropa limpia de la secadora, sacando la funda del edredón nórdico y comenzando el periplo de intentar doblarla, tarea harto difícil por no decir imposible para una persona sola si no eres equilibrista del circo del sol... lo he notado, lo he sentido... cada poro de mi piel se ha estremecido... era el calcetín, enredado en la funda, por dentro, oculto... ha vuelto a mi!!!!!! Mi querido calcetín, el mismo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario