DESNUDA

     Es mucho más fácil desnudarse el alma que el cuerpo, eso está claro. Pero he descubierto recientemente que con ambas acciones se pasa el mismo frío. ¿Cuántas veces hemos pensado- "Hoy es el primer día del resto de mi vida"? Yo muchas; y ahora va y resulta que eso sucede cuando menos te lo esperas... No es increíble!!??? Todos, todos, absolutamente todos los días desde hace mucho, me decía a mí misma que debía sonreir más, que debía cambiar mi actitud lo primero ... y un simple corte de pelo lo consiguió, eso y que supongo que mi cabeza ha asumido ya el hecho de que es mejor no esperar nada de nadie, así no te decepcionas. AAAAAAinnnnssssssssss!!!!!!!LAS GRANDES ESPERANZAS.

AHORA SÍ, AHORA NO.

     Como se puede comprobar de una manera fiable sin dejarse el sueldo en un loquero si eres bipolar. Realmente lo necesito. Cambio de opinión con la misma rapidez que mi compañero de piso cambia de juego. Y levantarse cada mañana pensando en la estrategia del día para no romperse en pedazos es agotador.
     Todos los días busco nuevas maneras de ser feliz o de intentar serlo. Es muy complicado, la verdad, porque ni siquiera sé lo que quiero para serlo. Hace tiempo que comprobé que a nivel materialista no lo consigo, o sea, que comprando cosas no soy más feliz. Lo parece, pero no lo soy.
    Tengo más cosas  de las que creo, y estoy bien. Pero hay un vacío que no se como llenar. Con cosas bonitas, con aparatos de última generación... no funciona.
    Incluso leo libros sobre estas cosas, busco la manera de sanar mi alma o mi corazón... y nada de nada.

CUECES O ENRIQUECES

     Todas las mañanas mientras me tomo el café indispensable para mi normal funcionamiento cerebral, pienso: "Hoy tengo que sonreír más". Porque, no sé por qué estúpida razón, he llegado a la conclusión de que si sonrío más, es probable que sea más feliz. O por lo menos lo pareceré, que resulta, que hoy en día es lo que cuenta, parecerlo o aparentarlo más que serlo.
     Y esto pasa con todo, aparentamos que somos felices sonriendo mucho, maduros porque seguimos a algún escritor en twitter, aparentamos tener dinero, pero luego comemos latas de atún (en aceite de girasol, que si fuese en aceite de oliva...) a palo seco y bebiendo agua.
     Está claro que hay cosas en nuestras vidas que no podemos cambiar: la locura, ser bipolar, la familia, amigos de amigos lapas que se apuntan a un bombardeo... pero hay cosas que sí se pueden cambiar, y eso me pasaba a mí con lo de sonreír, el caso es que parece que he ido a escoger hacer una cosa más difícil que dejar de fumar o salir de la crisis, porque desde luego, difícil es un rato.
    El caso es que todo esto me vino porque el otro día viendo la tele salió el famoso anuncio de "cueces o enriqueces" y pensé en mi afán de hacer estudios sociológicos...: -"Irene, tu vida está cociendo..., no enriqueciendo"... No quiero pasar por aquí como un fantasma en pena, con grilletes en los tobillos arrastrando una cadena de penurias y problemas. Si ya lo decía mi abuela: "Si es un problema, ya se arreglará, y si no lo es, es una putada, asumela y a otra cosa mariposa" Gran persona mi abuela!!!!, lo sé.
      Pues lo dicho, se acabó ver el telediario, series socialmente aceptadas pero trágicas, películas de crítica "asocial" como digo yo... y un sin fín  de cosas que no aportan más que preocupaciones innecesarias... Voy a afiliarme a la nueva filosofía del "que más da, no me importa" y sobretodo, no esperar nada de nadie... que es lo que me hará más feliz...
     Y supongo que tendré que empezar a comprar sazonadores, porque "YO, YA, NO CUEZO MÁS"!!!!