Qué difícil es darse cuenta de cuándo uno sobra, verdad?. Es esa típica situación de cuando tienes 15 años y estás en casa de una amiga con su novio y ella viendo una peli, y en cierto momento, en una pausa para respira entre palomita y palomita por tu parte y entre morreo y morreo por la suya, vuestras miradas coinciden y pone cara de: qué coño haces... vete ya, joder y déjame pegarme el filete tranquila...
Y para qué coño me invitaste entonces???? El plan es claro, la amiga va de carabina, acompañante por si la cosa se tuerce, pero en el momento en que las cosas funcionan debes saber cuando irte... pero no hay una señal clara, excepto esa cara de asesina psicopata que pone tu amiga.
Otra de esas situaciones es cuando tras una fiesta quieres que tus amigos se vayan de casa. Solo puedes pensar en la de mierda que has de recoger al día siguiente y que encima tienes que corregir exámenes o hacer cualquier otra cosa del trabajo... en mi caso no hay problema. A las tres de la mañana yo les digo:
- Fuera de mi casa so pesaos!!! que tengo sueño!!!! o un Cuándo os vais que me quiero acostar!!!!!!! Y ellos, que son más listos que el habre, borrachos, fumaos o como quiera dios que estén en ese momento, pillan la indirecta a la primera y se van...
Luego están esas otras situaciones, en las que sobras en la vida de alguien. Pero cierto día, uno cualquiera, nada especial, te das cuenta de que molestas... y simplemente, te vas.
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