miércoles, 5 de noviembre de 2014

RETAZOS DE UNA VIDA, UNA HISTORIA, UNA NOVELA

     El deseo nace, se alimenta de nuestra alma, de las miradas furtivas, los suspiros, los jadeos, los gemidos...
     Dices:" es una obsesión verte gemir, darte placer, ver como disfrutas."
     Es un pequeño telón para tan gran escenario... El placer, el dolor... la confusión entre placer y dolor. Esa linea tan fina que los separa y los diluye.
     Tengo todo el cuerpo lleno de marcas y no puedo parar de rozarlas con la yema de mis dedos, siento escalofríos al hacerlo y el placer vuelve.
     Debería no importarme la atención que me presta. Pero no puedo evitarlo. No quiero sentir esta adicción, esta necesidad, estas ganas de ti. No es sólo físico, son también las conversaciones, las miradas, las sonrisas. Pero es inevitable para mí, que mi cuerpo grite, que mi piel arda en llamas solo con pensarte. hay un escalofrío abrasador que me recorre todo el cuerpo. No puedo evitarte, no puedo evitarme.
     Pero debo recuperar el control. Quiero desearte, tenerte y disfrutarte sin perder la razón. ¿Qué pasión es controlable?¿Cómo podría dominar estos sentimientos sin que perdieran intensidad?.
     Necesito respirar, necesito sentarme y pensar, levantarme y caminar... sin necesitar tu cuerpo.

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