domingo, 21 de septiembre de 2014

LOVE THE WAY YOU LIE

     El otro día estuve con un amigo al que hacía mucho que no veía (y al que espero ver más a menudo ahora) Me estuvo contando lo que le había sucedido con su ex pareja. La verdad es que es todo tan complicado y a la vez tan sencillo. No voy a entrar dentro de la  historía de la ruptura ni de la relación, porque en realidad eso da exactamente igual. Una historia como tantas otras y una ruptura como tantas otras. Pero hubo algo que me dijo... 
     "Me estaba mintiendo a la cara, tia, a la cara!. Y yo sabía la verdad y me tenía que callar".-Me contaba él. Y pensé que lo que decía es totalmente cierto. A veces, hay situaciones en las que sabes que alguien te está mientiendo a la cara, jurandote y perjurandote algo, y tu, por no inculpar a un delator, por falta de pruebas o por lo que sea no puedes decir nada.
     A mi me ha pasado también recientemente. Y la verdad es que por muchas ganas que tenga de escupirle a la cara todo a esa persona, no lo hago. Solo me alejo, y encima tengo que aguantar que me recrimine el que esté más ausente SIN MOTIVO! Y yo, por dentro me cago en todo y me muerdo la lengua.
     Pero aquí es donde realmente viene lo que me preocupa. Y esas personas, ¿son conscientes de que los demás sabemos la verdad, pero están tan metidos en su espiral de mentiras que ya no saben como salir? o lo peor ¿no será que de tanto contar sus mentiras se las han creído?
     Sea como sea, me parece increible la poca vergüenza que tienen estas personas y lo ilimitada que llega a ser la estupidez que les rodea,( o que les sale de dentro, mirelo usted como quiera!)
    El tema de la mentira es para escribir años... porque si es cierto que a veces dejamos que nos mientan y nos creemos esas mentiras, o nos mentimos a nosotros mismos para evitar un sufrimiento... lo dicho daría para mucho. Pero sí que saco una conclusión. Quien cuenta una mentira debe creersela el mismo... quizá así llegue a convertirse en verdad.

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